Han pasado más de diez años de mi primer viaje fotográfico a África, y aún recuerdo la expectación y el nerviosismo que me producía ir a uno de los últimos bastiones de la fauna en el planeta y el poder tener delante animales que solo había visto en los documentales o en múltiples reportajes.
Hoy, 10 años después y tras más de 20 safaris que me han hecho recorrer diferentes zonas de Kenia, Tanzania, Sudáfrica, Botswana, Namibia y Zimbawe, no he dejado nunca de sentir ese hormigueo previo a cada viaje. Siempre cada aventura es diferente; las luces son diferentes y las imágenes también. África aún sigue siendo salvaje, imprevisible, fiera y tierna al mismo tiempo, llena de acción y de momentos únicos y vivencias extraordinarias.
Tras miles de kilómetros recorridos, miles de imágenes y miles de momentos en este paraíso para la vida salvaje, me enorgullece poder presentar al fin este proyecto, siempre trabajando con fauna salvaje en su ambiente, alimentando la retina e intentando captar todos y cada uno de esos momentos que se quedarán siempre grabados en mi memoria.