Uno de los primeros consejos que nos dan cuando empezamos en fotografía, ya sea en los primeros libros que leemos o en los diferentes cursos a los que asistimos, es que lo hagamos, como norma general, a la altura del sujeto ,eso está muy bien pero, a veces, puede resultar una obsesión.
A los fotografos/as nos encanta rebozarnos como croquetas para conseguir una foto, siempre con la excusa del «punto de vista diferente», esto aparte de un dolor de lumbares que pa que, hará que nuestras fotos realmente las mostremos desde un punto de vista inusual y, en algunas ocasiones, tremendamente impactantes. Algo muy a tener en cuenta en nuestras futuras sesiones fotográficas.