Fotografiando Picidos

Los pájaros carpinteros, dentro del orden de las aves, son especies muy atractivas, fotográficamente hablando, que ofrecen al fotógrafo sesiones de espera muy entretenidas y con un buen número de fotos validas por sesión. unos consejos para mejorar nuestras fotografías cuando trabajemos con estas especies.

Elige el lugar y elige el posadero: Lo primero de todo, toca documentarnos y, en función del tipo de pícido que queramos fotografiar, prepararemos uno u otro escenario. Estudiaremos cuales son los hábitats y posaderos preferidos de las especies que pretendemos fotografiar y, normalmente y prácticamente todo el año, los pájaros carpinteros permanecen en la zona gran parte del año, algo a nuestro favor a la hora de cebarlos. Aunque, por ejemplo, el torcecuellos de carácter estival migra durante el invierno a África, por lo que acotaremos el trabajo a la época estival.

La alimentación, la clave: conviene saber qué alimentación es la que más le gusta a los carpinteros y será durante el invierno cuando con más frecuencia acudan a nuestro cebadero. Esto es debido a la escasez de comida, así que la alimentación será la mejor manera para poder ponerlos allí donde nos interese. Uno de los principales atrayentes para fotografiar pícidos es el sebo o manteca de cerdo, que podemos adquirir en prácticamente cualquier supermercado, su altísimo valor energético, ayudará a estas aves a luchar con las bajas temperaturas, no sin antes dejarse fotografiar.

Picos limpios: el atraer a los animales con grasas o elementos en forma de pasta está muy bien y hará que estén bastante tiempo por entrada al comedero, sumando que entran con cierta frecuencia, pero debemos de ser cuidadosos con la estética de la foto, ya que, a menudo, en la búsqueda de alimento, los picos de las aves se ensucian del color blanquecino del sebo y puede resultar antiestético y antinatural, ya que en el entorno no encontramos este alimento de manera natural.

La pose es importante: no debemos conformarnos con tener una mera fotografía documental de la especie que fotografiemos, debemos ir mas allá, conseguir una pose que aporte algo diferente más allá del pájaro en palo.

Estas imágenes suelen ser frutos de muchas sesiones, de ver cuál es el patrón de entrada y de comportamiento en el cebadero y de pensar qué podemos hacer con el individuo después de ganarnos su confianza.

 

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