Por fin llegó el día, ayer se celebró el preestreno de la película Cantábrico, un film sobre uno de los entornos más salvajes y agrestes de la península, uno de los últimos bastiones de la fauna ibérica, donde aún podemos encontrar grandes depredadores y mamíferos de gran porte en torno a una cordillera mágica y a la que me siento especialmente vinculado, ya que gran parte de mi archivo, lo genero entorno a la Cantábrica, donde la luz es mágica y las condiciones de trabajo casi nunca son fáciles.

Después de Guadalquivir, Joaquin Gutiérrez Acha y su equipo se embarcaron entorno a la cordillera cantábrica teniendo al oso pardo como hilo conductor en esta producción.

Ayer, por fin, le tocó el turno a Madrid, tiñendo de verde la Gran Vía madrileña en un cambio de registro hacia el cine documental de calidad, frente al cine de ficción que habitualmente vemos en las marquesinas de esta vetusta calle.

Un punto de encuentro de la flor y nata de la conservación y de producción audiovisual de naturaleza, pudiendo saludar y reencontrarme con grandes amigos, a la vez de saludar a amigos a los que apenas hace unos días había dejado en la cantábrica que a todos nos enamora.

Osos, Lobos, Urogallos y un sinfín de especies desfilaron por el cine Capitol la noche de ayer. Rápidamente te das cuenta que en este proyecto se ha currado y mucho, que hay muchas horas detrás, cuidando cada imagen, potenciando la belleza plástica de cada momento, con luces perfectamente trabajadas, con un sonido sencillamente espectacular. Me daba la sensación de estar en un hide a pocos metros de los bichos, separados por un trozo de tela, algo que solo puedes vivir si estas cerca de la fauna salvaje y que, lamentablemente, no puedes transmitir con una imagen fija, la reproducción sonora es de 10 en Cantábrico y merece una mención especial.

Hacía tiempo que necesitábamos un trabajo así, que llegue al gran público para mostrar y enseñar lo importante que es preservar nuestro medio natural en torno a la cordillera cantábrica. Sin fauna y entornos así, qué nos queda?

La concienciación a través de un trabajo como Cantábrico generará una simiente conservacionista más allá de las montañas que Acha nos muestra en este film altamente recomendable.